martes, 15 de diciembre de 2009

Émile Zola


En mis buenos tiempos de secundaria, mi maestra de español, Rafaela (reverencia) nos dejó como tarea una lista de nombres raros para elaborar un trabajillo que consistía en la recopilación de biografías. Desgraciadamente la jodidez de mi memoria no me permite recordar por qué no asistí ese día a la escuela. Así que tuve que resignarme a que me la pasaran por teléfono.

-¿Dosto… qué chingados?

-Ah, Verne, claro ¿Quién no conoce a Verne?

-Oyes, ¿y quiénes carajos son todos esos?

-¿Dijo que Tolsqué? ¿Trotsky? ¿Y ese qué tiene que ver con toda la flota?

La lista, era extensa, al menos, eso pensaba. Me vi en la penosa necesitad de pedir que me deletrearan cada uno de los nombres, haciendo la conversación extremadamente tediosa. En esa lista estaban incluidas las (literatas) vacas sagradas del siglo XIX; Balzac, Dumas, Pérez Galdós, Hugo, Tolstoi, Dostoyevski, Dickens, Flaubert, Doyle, Brontë, Shelley, Austen, Twain, Zola y muchos otros más.

Todavía conservo esa lista, se volvió la principal guía de mis lecturas.

Émile Zola

1840-1902

Nacido en Paris. Era próximo a la extrema izquierda y grupos socialistas. Hace algunos meses tuve la oportunidad de leer su novela, Germinal. Utilizaré la palabra mencionada por Cesar López Cuadras para referirse a este libro: Brutal.

Es padre de una veintena de novelas que representan varias generaciones de una familia llamada Les Rougon Macquart. Fue el fundador del naturalismo, una evolución del realismo. Consiste en una representación “objetiva” de la realidad, abarcando todos sus aspectos. Es ésta una escuela mucho más cruda que el realismo. Otro escritor perteneciente a esta corriente es José María Eça de Queirós, autor de El Crimen del Padre Amaro.

El caso Dreyfus

En 1894 se descubre una traición al ejército francés, Los servicios de contraespionaje del Ministerio de la Guerra francés interceptan un documento en el que se menciona en nota manuscrita el anuncio del envió de informaciones concretas sobre las características del nuevo material de artillería francés.

Había pues, que encontrar un culpable. Basándose en el escrito, se culpa injustamente a Alfred Dreyfus, de treinta y cinco años, judío y alsaciano. Se le condena a la degradación militar y a cumplir cadena perpetua en la isla del Diablo, en la Guayana francesa.

Zola, indignado, metió su cucharota, y con el peso tremendo de su pluma en 1898 escribió una carta dirigida al presidente Félix Faure, publicada en el periódico L’Aurore , el 13 de enero. Esta cartita le causó un año en prisión.


(Sí, tengo esta imagen en mi pared)

Estos son algunos fragmentos de la carta, para que vean los h…onorables propósitos de este señor.

Acuso a los tres peritos calígrafos, los señores Belhomme, Varinard y Couard por sus informes engañadores y fraudulentos, a menos que un examen facultativo los declare víctimas de una ceguera de los ojos y del juicio.

Acuso a las oficinas de Guerra por haber hecho en la prensa de París una campaña abominable para cubrir su falta, extraviando a la opinión pública

Y por último: acuso al primer Consejo de Guerra, por haber condenado a un acusado, fundándose en un documento secreto, y al segundo Consejo de Guerra, por haber cubierto esta ilegalidad, cometiendo el crimen jurídico de absolver conscientemente a un culpable.

Sólo un sentimiento me mueve, sólo deseo que la luz se haga, y lo imploro en nombre de la humanidad, que ha sufrido tanto y que tiene derecho a ser feliz. Mi ardiente protesta no es más que un grito de mi alma. Que se atrevan a llevarme a los Tribunales y que me juzguen públicamente.

Así lo espero.

El 19 de septiembre de 1899, el presidente indulta a Dreyfus.

Desde 1898, Zola había recibido numerosas amenazas de muerte. En 1902 muere asfixiado en su casa, debido a las inhalaciones de una chimenea. Dicen las malas lenguas… Ustedes ya saben lo que las malas lenguas suelen decir.


¿Adónde vais, jóvenes, adónde vais, estudiantes que corréis en grupos por las calles, manifestándoos en nombre de vuestras iras y de vuestros entusiasmos, sintiendo la necesitad irresistible de lanzar públicamente el grito de vuestras conciencias indignadas?

Émile Zola

Nota curiosa: Una vez, cuando jugué maratón, salió la pregunta, ¿Quién es el autor del célebre J’acusse? Claramente, no sabía.

Digo pues, por si algún día se encuentran en la misma situación.

3 comentarios:

Ismoísta dijo...

Bien bien, divertido divertido.


Oyesn, creo que te equivocaste en unas fechas: dices que la traición fue descubierta en 1994, y que Zola escribió la carta en 1998.

Gústome mucho la entrada.

Alín A dijo...

madres, ya andaba dormida.

Christian O. Grimaldo dijo...

Yo insisto en que la literatura debería citarse en los trabajos cientificos, lo haré, algún día lo haré!

Alina roja? NOOOO! jajaja

Me encantan tus temas

¿Adónde vais, jóvenes, adónde vais, estudiantes que corréis en grupos por las calles, manifestándoos en nombre de vuestras iras y de vuestros entusiasmos, sintiendo la necesitad irresistible de lanzar públicamente el grito de vuestras conciencias indignadas?

eso me fascina

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