lunes, 3 de agosto de 2009

Martes:Curiosidad/ Paris, 1900 - La Olimpiada peor organizada.


Estos juegos duraron más de 5 meses (mayo a octubre) pues se realizaron dentro del marco de la Exposición Mundial (también llamada Universal). La organización fue muy mala a pesar de llevarse a cabo en la ciudad natal del Barón Pierre de Coubertin. No hubo medallas y los obsequios que se llevaron los vencedores fueron en su mayoría donaciones de particulares. Por primera vez participaron mujeres (11 de 1325 competidores).


Cuenta una leyenda olímpica que los remeros holandeses Roelof Klein y Francois Brandt descubrieron horrorizados que su timonel excedía el peso reglamentario y por tanto no podrían participar. Entonces los remeros se encontraron por las calles parisinas a un niño, a quien pidieron su ayuda para que les guiara durante la regata en el Río Sena. El niño pesaba unos 33 kilos con una edad aproximada entre 7 y 10 años. El niño aceptó. Increíble como parezca, esta pareja junto con el joven y desconocido niño francés ganaron la carrera. Tras recoger su premio y ser ovacionado por el público presente, el niño se pierde entre las calles parisinas para nunca más ser visto. El nombre de este heroico joven es desconocido, quien por cierto resultó ser el campeón olímpico más joven de la historia, e imaginarse que tan sólo paseaba por las concurridas calles parisinas.


El Barón Pierre de Coubertin (1863-1937), fue un deportista y pedagogo. Soñó con unir en una extraordinaria competición a los deportistas de todo el mundo, bajo el signo de la unión y la hermandad, sin ánimo de lucro y sólo por el deseo de conseguir la gloria. Acudió al gobierno de Grecia para que patrocinara la reconstrucción del estadio de Atenas, pero su jefe de gobierno, Tricoupis, se opuso al gasto. Por su parte George Averoff, un filántropo rico de Alejandría, patrocinó el proyecto. El 24 de marzo de 1896 se inauguraron los primeros Juegos Olímpicos Internacionales de Atenas.


Por cierto, la Exposición Mundial se realizó con el motivo de celebrar los logros de la ciencia y la tecnología durante el siglo anterior e impulsar los logros del siguiente siglo. Asistieron un total de 50 millones de personas (un record para aquella época).
En ésta feria fue donde por primera vez se expuso un motor Diesel, y donde por primera vez también se expusieron películas al público en general.
También se construyeron hermosos monumentos y pabellones de todos los países participantes.
La Torre Eiffel se había inaugurado solamente 10 años antes de ésta feria.



¡Qué hermosa la Porte Monumentale del arquitecto francés M. René Binet!, se ubicaba en Place la Concorde, pero ya no existe.

. El pabellón mexicano, del arquitecto paisano Antonio M. Maza.

Al final de la feria, el 2 de diciembre de 1900, comenzó la demolición de TODAS esas hermosas obras, perdiéndose para siempre en el tiempo, sobreviviendo únicamente la Station D’Orsay, el Petit y Grand Palais y el Pont Alexandre III. Lo anterior de acuerdo a la filosofía de la Belle Époque: “…borrar las huellas del pasado es improvisar el porvenir…” (¡Mínimo hubieran dejado la Puerta Monumental, estaba preciosa!)

5 comentarios:

Emma M. Oropeza de Anda dijo...

"borrar las huellas del pasado es improvisar el porvenir" O_o interesante frase, pero no sé que decir jaja que mala onda que destruyeran los pabellones.

Y sobre el pequeño desconocido, es intrigante que habrá sido de él, ya de más edad se había dado cuenta de su logro? quien sabe que fue de su vida, un misterio digno para imaginarle un final.

Christian O. Grimaldo dijo...

También me gustó mucho la frase del final pero que onda con su derroche de fondos?!

Esta fue una entrada llena de curiosidades, no olvidaré los datos ;)

Sabes si para cada monumento llevaban a alguien originario del lugar de el mismo para planearlo?

Que pasó con la exposición mundial?

Por cierto, una olimpiada sin medallas no es olimpiada! jajaja

Arturo J. Mtz. dijo...

Si, Christian, cada país diseñó junto con un arquitecto el pabellón que los representaría en la Exposición Mundial.

En la exposición se llevaron los adelantos tecnológicos de todos las naciones y terminando ésta, se llevaron los conocimientos, pero nunca se ha organizado otra de igual magnitud.

¡Por lo mismo que no hubo medallas se consideró un desastre en la organización!

Alín A dijo...

Caray, trataré de obligar a mi memoria para que recuerde las fechas.
Los bigotes dePierre de Coubertin son extremadamente geniales, creo que superan a los refinados bigotitos de Maximiliano.
Qué triste resulta pensar en una olimpiada sin medallas.

Alín A dijo...

ohhh no es cierto. Nadie le gana a los santos bigotes de mi padre.

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