martes, 12 de mayo de 2009

Semana Ethos: Personajes de la Rotonda [Parte 1]

Continuando con lo que inicié ayer, el día de hoy les pondré los primeros tres grandes de Jalisco que descansan en la Rotonda. Haciendo cálculos, en ésta semana no alcanzaré a poner a todos los que están la misma, por lo que para mi siguiente semana continuaré (a menos que alguien más continúe con mi idea).

FRAY ANTONIO ALCALDE

Nació el 14 de marzo de 1701 en la Villa de Cigales, Provincia de Castilla la Vieja; fue el cuarto y último hijo del matrimonio de Joseph Alcalde e Isabel Barriga. El 3 de abril de 1701 fue bautizado en la iglesia parroquial de Santiago Apóstol en Cigales.

En 1716 ingresó como estudiante al Convento de San Pablo de Valladolid; en 1718 tomó el hábito de Santo Domingo en dicho convento.

En 1725 es ordenado sacerdote; posteriormente el 13 de mayo de 1753, se le nombró Prior del Convento de Jesús María de Valverde. Cuentan que un domingo de julio de 1760, el rey Carlos III se detuvo a descansar en este convento y el portero lo recibió sin ceremonia alguna junto con sus acompañantes; el rey se dirigió a la celda del Prior (Antonio Alcalde) y solo vio una tarima que le servía de cama, un cilicio colgado en la pared, una silla y una mesa en la que había unos libros, un crucifijo y una calavera.

Al parecer, la imagen de la calavera se le quedò muy presente al rey por que a los pocos días se le informó de la muerte del Obispo de Yucatán, y para cubrir esa vacante le dijo a su primer ministro: "Nombre Ud. Al fraile de la calavera precisamente".

El 18 de septiembre de 1761, recibió una real cédula de Carlos III comunicándole su presentación y nombramiento para Obispo de Yucatán. El 1 de agosto de 1763, tomó posesión como obispo de la diócesis de dicha ciudad. Diez años más tarde, el 20 de mayo de 1771, Carlos III lo nombra para Obispo de Guadalajara y el 19 de agosto de 1771, tomó posesión como obispo de la Santa Iglesia Catedral de Guadalajara y su Obispado.

Es ampliamente recordado en la ciudad de Guadalajara por sus generosas obras para esta ciudad, entre ellas la creación del "Hospital Real de San Miguel" hoy Hospital Civil, el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, el Sagrario Metropolitano, el Convento de Capuchinas, el Beaeterio de Santa Clara y la Real y Literaria Universidad de Guadalajara.


LUIS BARRAGÁN MORFÍN

Nace el 9 de marzo de 1902 en la ciudad de Guadalajara, Jal., en el seno de una familia acaudalada, culta y de sólidos principios religiosos. Sus primeros años de vida transcurren en el ambiente de la hacienda paterna Los Corrales cerca del pueblo de Mazamitla, y en la casa de la familia en Chapala. Es educado bajo el régimen de los maristas y los jesuitas, como correspondía a los niños de su condición social en aquella época.

Estudió en la Escuela Preparatoria de Jalisco; de 1920 a 1923, cursó sus estudios de ingeniería civil en la Escuela Libre de Ingenieros, donde su interés por la arquitectura, según afirmaba él mismo, nació de la influencia del arquitecto Agustín Basave; el 13 de diciembre de 1923, con la tesis “Estudio de aprovechamiento de agua para las zonas de San Gabriel y Jiquilpan”, recibió su título profesional, el cual incorporaría a la Universidad de Guadalajara en 1925.

Fue considerado uno de los pilares de la llamada escuela tapatía de arquitectura, en unión a Ignacio Díaz Morales, Rafael Urzúa y Pedro Castellanos; él en particular es considerado como “nuestro mayor poeta del espacio y también nuestro mayor poeta del vacío”, en palabras de Fernando González Gortázar.

En 1980 alcanzó el máximo reconocimiento mundial, al otorgársele el Premio Pritzker de la Fundación Hyatt, el cual es considerado el equivalente al Premio Nóbel de Arquitectura.

Murió el 22 de Noviembre de 1988 en la ciudad de México, sus restos envueltos con la bandera nacional, descansaron por dos horas en el vestíbulo principal del Instituto Nacional de Bellas Artes.


RAMÓN CORONA MADRIGAL



Militar y político, nació el 18 de octubre de 1837 en el rancho de Puruagua, perteneciente al 4to. Cantón del Estado de Jalisco, cercano al pueblo de Tuxcueca, Jalisco, a la vera sur del lago de Chapala.

En el año de 1845, sus padres lo enviaron a Guadalajara a que continuase sus estudios, pero la revolución de 1846 le obligó a regresar a Tuxcueca antes de un año.

Al producirse la intervención francesa, sin recursos financieros para sostener un cuerpo del ejército, se puso al mando de varios grupos de guerrilleros, destacándose por su valor y pericia en el difícil arte de la guerra.

Luchando contra los franceses en defensa de la integridad de la República, participa en innumerables acciones de guerra en Sinaloa, entre las que se destacan: la del Espinazo del Diablo, Veranos, Callejones de Barrón, Palos Prietos y Villa Unión.

El Presidente Porfirio Díaz apoya sus pretensiones de ser Gobernador electo de Jalisco y toma posesión del cargo el primero de marzo de 1887. Desarrolla varias acciones en favor de la educación pública; expide un nuevo reglamento para la instrucción primaria, aumentando el número de planteles, dotándolos de libros y uniformes para sus alumnos.

Otra de sus obras fue la fundación del «Monte de Piedad y Caja de Ahorros» para pobres, con el que combate la usura.

Murió como consecuencia de varias puñaladas el 11 de noviembre de 1889 en Guadalajara. Un día antes, cuando caminaba acompañado de su familia con rumbo al teatro Principal, fue atacado por un supuesto demente llamado Primitivo Ron, quien a escasos metros de su víctima se atravesó el corazón con la misma daga, muriendo en el acto.

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