martes, 26 de mayo de 2009

La Gente de la Tierra.

Hace ya un buen tiempo, quizas dos o más años, veía yo un documental en en canal 7 sobre las comunidades indígenas del sur de América y de forma crítica se exponía como el hombre blanco, al llegar a estas tierras, comenzó a arrebatárselas hasta el día de hoy en que la lucha o la resistencia de estas comunidades ya no es contra el forastero, el blanco o con el gobierno, sino con las corporaciones transnacionales.
Particularmente este documnetal hablaba de una comunidad: el pueblo mapuche. Los mapuches principalemente se han establecido en Chile, aunque también permanecen en Argentina. Lo interesante de ésto y la relación comparativa que se pudiera suponer entre esta comunidad indígena y las etnias que existen en México con todo y sus luchas, sufrimientos y malestares, se encuentran inmersas en países que a través d ela historia han compartido similitudes en las condiciones de los sitemas económicos, políticos y sociales, elementos que no los hacen tan ajenos o extraños entre sí, aunque en el mapa mundi unos pueden estar mas arriba, otros más abajo: México, Chile y Argentina.
Por supuesto que, como podemos constatar en la historia de cada uno de estos tres países, quienes sufren y padecen casi siempre las consecuencias de sus errores-logros, sus guerras, sus juicios y sus mentiras, son las comunidades indígenas; la gente nacida de la tierra y origen de lo que en ella crece.
Así pues, comparto con ustedes un poco sobre los mapuches, que si bien no se mucho de ellos, creo que es una de las comunidades o etnias que, como muchas otras, han luchado hasta la muerte para subsistir y jamas olvidar sus orígenes ni perder su cultura; y tal vez, por desgracia, por ello sobresalen en Latinoamérica.
De antemano aclaro que poca es la información objetiva y sustancial que se puede encontrar en internet sobre los mapuches, por lo cual gran parte de ésta es extraida de wikipedia, dejando con ello la debida disculpa y considerando que lo que aquí redacto solo es una muy breve intriducción a su naturaleza; pues larga es su historia, digna su esencia y su lucha, y corriente aún su desventura. Habrá que adentrarse más a conocer la realidad de esta cultura, pues hoy en día miles de ellos aún mueren por defender la tierra que les pertenece.

El Pueblo Mapuche.




El nombre mapuche o mapunche significa gente de la tierra en su lengua, con alusión a las personas que reconocen su pertenencia e integración a un territorio. En algunas zonas, se usan ambos términos con leves diferencias de significado. Hasta el siglo XVIII, también habría existído entre los integrantes de esta etnia la autodenominación reche (verdadero hombre). El significado de su nombre expresa también el profundo sentimiento de apego a la tierra y al medio ambiente natural. La palabra mapu o tierra es esencial en el contexto cultural mapuche ya que está íntimamente ligada a una dimensión sobrenatural y sagrada y, de este modo, para los mapuche la tierra no es propiedad de nadie en particular, sino patrimonio de toda la comunidad.
Se postula que el nombre araucano procede de la palabra quechua awqa, "enemigo", "salvaje" o "rebelde", o de palqu, "silvestre" y les habría sido dado por los incas o por los españoles, y según los cronistas, los incas ya habían denominado como purumauca a la población que habitaba el sur del río Cachapoal; y los españoles solo adoptaron la denominación auca para referirse a ella. Igualmente se ha postulado que de no ser una palabra quechua, se dice que podría derivar de una castellanización de la palabra mapuche Ragko, "agua gredosa", que los conquistadores habrían usado para los habitantes de un sitio llamado así y que luego se habría extendido a todos los restantes pueblos del área.
Los mapuche rechazan el uso del nombre araucano, porque les fue otorgado por sus enemigos. La palabra awka fue adoptada por los mapuche con el significado de "indómito", "salvaje" o "bravo" y ellos mismos también la habrían aplicado posteriormente a los tehuelches.
El origen de los mapuches no se conoce con mucha certeza; pero por mucho tiempo la teoría más conocida fue la postulada por Ricardo E. Latcham, quien afirmaba que los mapuches eran originarios del actual territorio argentino y que a través de un largo proceso de migración, se habrían introducido como un grupo étnico y cultural foráneo entre los picunche y los huilliche, instalándose definitivamente entre los ríos Bío-Bío y Toltén. Hasta hace pocos años la teoría de Latcham parecía no merecer objeciones pero hoy nuevamente está siendo objeto de revisiones y discusiones; y posteriormente se ha propuesto que derivan de un poblamiento más antiguo. Así, se ha propuesto y ganado popularidad la "Teoría autoctonista" en la que se postula el origen en el propio territorio chileno".
Sobre su presencia en territorio argentino, sí se sabe con más seguridad que, posteriormente, debido a la presión ejercida por los españoles, y en un largo proceso de migración a través los pasos de la cordillera de los Andes y de transmisión cultural, entre los siglos XVII y XIX colonizaron los territorios ubicados al este de la Cordillera:
el Comahue, gran parte de la región pampeana, y el norte de la Patagonia oriental, tierras hasta entonces ocupadas por diversos pueblos no mapuches. De tal modo fueron mapuchizados (y no necesariamente siempre en forma pacífica) los "pehuenches antiguos" y las parcialidades septentrionales de los tehuelches.
Originalmente, los mapuches, habitaban por el norte desde el Valle del Aconcagua hasta la isla Grande de Chiloé por el sur, alcanzando hasta la Patagonia de Argentina por el este. Antes de la llegada de los españoles, los mapuches practicaban la pesca y la caza de animales menores para alimentarse.
A lo largo de los largos años de resistencia Mapuche contra la dominación española, se destaca el valor de un guerrero cuyo nombre era Lautaro, quien, después de vivir con los españoles como esclavo y aprender las técnicas de guerra de éstos, vuelve a su pueblo para dirigirlo, como Toqui (“Caudillo“), en contra de los invasores. Les demostró que los jinetes españoles no eran dioses, y que los guerreros mapuches también podían utilizar sus caballos para luchar.



Estos nuevos bríos dados por Lautaro a su gente les permitió acercarse a la capital del país, pero cuando las fuerzas mapuches se preparaban para asaltarla, su joven líder fue asesinado por un miembro de una tribu de alianza. Los mapuches deciden no continuar el ataque, sino volver a sus casas y defender sus fronteras, una lucha que duró trescientos años más. Lautaro es actualmente muy reconocido por los chilenos, mapuches y no mapuches, por su valor y astucia a favor de la libertad del pueblo mapuche.
En 1881, se firmó un Acuerdo de Paz entre el pueblo Mapuche y la República de Chile, cuyo gobierno redistribuyó las tierras indígenas y dejó para los Mapuche, terrenos, en su mayoría, montañosos y no productivos. Mientras el gobierno entregaba a los colonos entre 40 y 400 hectáreas, las familias mapuches recibían un promedio de 6 a 20 hectáreas.
Desde el año 1900, se han aplicado diversas estrategias para tratar con el pueblo Mapuche. Por ejemplo, la llevada a cabo por el gobierno chileno que, incentivado por los misioneros católicos, intentó integrar y anular la cultura Mapuche a través de la educación y la religión; la idea de la “semiintegración” que intentó e intenta mantener vivas las tradiciones del pueblo mapuche y, al mismo tiempo, lograr que éste se adapte a las exigencias de la sociedad moderna, como se ve en la enseñanza del mapudungun junto al español. En contraposición a las estrategias mencionadas, han surgido grupos que se resisten a éstas ya que reclaman una identidad autónoma como pueblo mapuche y desean reactivar las tradiciones antiguas, dar alianza entre su causa y luchas por la igualdad de oportunidades entre pobres y ricos.
Actualmente, gracias a la presión de los grupos indígenas chilenos y de defensores internacionales de los pueblos indígenas, Chile ha avanzado en el difícil camino del reconocimiento de la diversidad cultural de sus habitantes y de la preservación del idioma, costumbres y religiosidad de sus pueblos originarios.
Por otra parte, tratando un poco más la esencia de su cultura, ésta se basa en la tradición oral. Los mapuches vivían predominantemente de la agricultura (horticultura). La conducta social y religiosa estaba regida por el Admapu (conjunto de antiguas tradiciones, leyes, derechos y normas). Su idioma es el mapudungun, una lengua aglutinante que hasta ahora no se ha relacionado de modo satisfactorio con ninguna otra. Como deporte juegan a la chueca o palín, un deporte que se presenta más o menos parecido al hockey, como también en su tiempo al linao, especialmente por los hulliches.
Su organización social estaba basada principalmente en la familia y la relación entre ellas, la familia estaba conformada por el padre, su (s) mujer (es) y sus hijos. La línea de parentesco más fuerte era la materna. Al no considerarse parientes a los hijos del padre con otras mujeres, no existía el tabú sexual respecto de ellos. Esta creencia, y las conductas que permitía, fue interpretada por los españoles como una práctica generalizada de incesto. Actualmente la poligamia tradicional ya no existe entre los mapuches.
Los grupos de familias relacionados en torno a un antepasado común se denominaban los
lof, a menudo escrito lov, levo o caví por los historiadores. Las familias que conformaban un lof vivían en rucas vecinas y se ayudaban entre ellas; cada uno tenía como jefe a un lonco ("cabeza" en mapudungun).
Otro elemento que expresa la construcción de su identidad cultural, además del factor simbólico del propio nombre de la etnia, es la tendencia a trabajar en comunidad y mantener fuertes lazos familiares; por ejemplo, el mingako es un trabajo colectivo que se realiza para ayudar a un miembro de una comunidad en el período de la cosecha y que aún se practica hoy en día.
Esta es, pues, una muy breve semblanza y descripcción del pueblo mapuche, parte de sus orígenes y la constante repetición de la lucha frente a la conquista que hasta hoy en día es motivo del prácticamente exterminio paulatino de dicha cultura impulsado por el neoliberalismo y la posmodernidad que, quizas, ya lo sobrepasa.



Lo que habrá que pensar es que precisamente el pueblo mapuche no es la única etnia que sobrevive en estas condiciones, pues desde la conquista en Latinoamérica por Europa es un denominador común la discriminación, sometimiento, y persecución de los pueblos indígenas para,. fundamentalmente, arrebatarles la tierra que por derecho natural les pertenece.

Les dejo este link que es de un frgamento de un documental sobre el pueblo mapuche y su lucha por sostener su cultura, además de indicar la forma en que el intento por continuar la conquista española se traduce en la actualidad por la inserción de las empresas españolas a territorios mapuches. No estoy seguro del año del documental, pero valdrá la pena verlo completo:
http://homepage.mac.com/alambrada/audiovisual/iMovieTheater128.html




2 comentarios:

P. Karina Quevedo M. dijo...

No manches,,,,,me hizo llorar la abuela mapuche......y yo quiero lo mismo que ella, que paguen caro los malditos.........
Muy buena la informacion Fer, gracias

Christian O. Grimaldo dijo...

"la van a pagar caro..."

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