En ocasiones, cuando asisto a alguna exposición de pintura, fotografía, o cuando escucho una pieza de Motzart o Handel, me pregunto si alguna vez estos creadores del arte imaginaron que algún día su obra fuera reconocida y trascendiera a la historia. Y cuando repaso de forma general sus creaciones y pongo en un lado de la balanza sus obras más reconocidas y del otro lado las que no son tan reconocidas o que casi nadie conoce, me pregunto ¿habás sido estas obras que todo mundo escucha y ve, las que ellos querían ofrecer con más dedicación al mundo? Quén sabe.
Lo que sí es verdad, es que existen los casos en que las obras que más se reconocen de un artista son las que menos empeño, esfuerzo y creatividad puso su autor en ellas, y aún peor que esas obras pudieran ser las que el autor más odia, (u odió) de su creación.
¿Qué pensarían o dirían esos artistas de la comercialización que hoy se hace de su arte?
Tal es el caso de Michelangelo, mejor conocido como Miguel Ángel; un hombre del cual sus manos fueron hechas para la escultura, misma a la que dedicó toda su vida, pero que la desgracia de éstas dieron forma a sus creaciones más conocidas y admiradas (aunque aborrecidas por él, en un principio): sus pinturas.
Michelangelo di Lodovico Buonarroti Simoni (Caprese, 6 de marzo de 1475 – Roma, 18 de febrero de 1564), también conocido en castellano como Miguel Ángel, fue un escultor, arquitecto y pintor italiano renacentista, considerado uno de los más grandes artistas de la historia. Miguel Ángel, fue uno de los artistas más reconocidos por sus esculturas, pinturas y arquitectura. Realizó su labor artística durante más de setenta años entre Florencia y Roma, que era donde vivían sus grandes mecenas, la familia Médicis de Florencia, y los diferentes papas romanos. Fue el primer artista occidental del que se publicaron dos biografías en vida:
- Le Vite de' più eccellenti pittori, scultori, ed architettori de Giorgio Vasari, publicada en 1550 en su primera edición, en la cual fue el único artista vivo incluido.
- Vita de Michelangelo Buonarroti, escrita en 1553 por Ascanio Condivi, pintor y discípulo de Miguel Ángel, que recoge los datos facilitados por el mismo Buonarroti.
- Le Vite de' più eccellenti pittori, scultori, ed architettori de Giorgio Vasari, publicada en 1550 en su primera edición, en la cual fue el único artista vivo incluido.
- Vita de Michelangelo Buonarroti, escrita en 1553 por Ascanio Condivi, pintor y discípulo de Miguel Ángel, que recoge los datos facilitados por el mismo Buonarroti.
Fue muy admirado por sus contemporáneos, que le llamaban el Divino. Benedetto Varchi, el 12 de febrero de 1560, le envió una carta en nombre de todos los florentinos diciéndole:
...toda esta ciudad desea sumisamente poderos ver y honraros tanto de cerca como de lejos... Vuestra Excelencia nos haría un gran favor si quisiera honrar con su presencia su patria.
Triunfó en todas las artes en las que trabajó. La escultura, según había declarado, era su predilecta y la primera a la que se dedicó; a continuación la pintura casi como una imposición por parte de Julio II, y que se concretó en una obra excepcional que magnifica la bóveda de la Capilla Sixtina; y en sus últimos años realizó proyectos arquitectónicos. Como era muy perfeccionista, si encontraba el más pequeño defecto en una de sus obras, consideraba que era un desastre.
Tan lo consideraba un desastre que a dichas obras las destruia, por creer que no reflejaban nada. Existe una anécdota en la que Miguel Ángle, al esculpir su Moises, lo hizo excesivamente detallado (quizas ésta sea su obra en la que se refleje su obsesión por la perfección) que pensó que lo único que faltaría para que esa escultura fuera perfecta sería que hablara. En medio de su delirio, pues, gritó con desesperación al Moises: Hablaa!!!!. Pero como el Moises no respondió, Michelangelo envuelto en ira tomó su martillo y le rompió la rodilla a su escultura; por que no era perfecta.
De hecho, su obsesión por la perfección, en particular la perfección del cuerpo humano, le causó muchos problemas con la moral de la época y con las autoridades eclesíasticas; pues consideraban una aberración el exponer el cuerpo desnudo de un hombre o una mujer tan descaradamente, y una ofensa a la religión, al Papa y a Dios mismo el crear esculturas o pinturas donde se reflejaba la "perversidad" de su mente retorcida y su falta de cordura (un ejemplo representativo, La Creación).
Así que, más que hablarles de su biografía o mostrarles su trayectoría pictorica, sobre todo en la Capilla Sixtina, les dejaré unos ejemplos de sus esculturas para que apreciemos en carne y piedra propia (marmol era lo que usaba Michelangelo para sus esculturas) esa fascinación por el cuerpo humano, por su perfección, y por la representación de la divinidad.
Si desena consultar su biografía completa y la galería de sus obras les dejo este link: http://www.historiadelartemgm.com.ar/biografiamichelangelobuonarroti.htm
Además, les recomiendo que vean la película La Agonía y el Éxtasis con Charlton Heston. Es muy buena.
1 comentarios:
No manches... era un Dios, esas estatuas estan vivas... igual que todo el arte de los grandes
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